Años antes de que los nombres de los diseñadores entraran en la conciencia del consumidor estadounidense, Stanley Blacker estaba haciendo algo sin precedentes en la industria de la confección. Estaba cosiendo su nombre en chaquetas deportivas y haciendo publicidad de esas chaquetas deportivas a una audiencia nacional.
Al hacerlo, Stanley Blacker fue uno de los primeros en identificar – y posiblemente crear – la tendencia del diseñador, así como en capitalizar esta excepcional oportunidad de marketing. Pero para los conocedores de la industria que estuvieron allí, él siempre será ese fabricante/diseñador inteligente que reconoció con una asombrosa presciencia lo que explotaría en una obsesión con la ropa de diseño.
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